Los títires del futuro
Con una magnífica entrada, fruto de la intensa expectación despertada, se presentó en el Teatro Central de Sevilla la compañía holandesa Hotel Modern, que ofreció, en riguroso estreno en toda España, su espectáculo De Grote Oorlog (The Great War), que constituyó un memorable éxito y un orgullo para los programadores de esta sala de vanguardia sivillana, lo que supone una reconfortante exepción en el cutre panorama teatral sevillano de inquietudes reformistas.
El fascinante espectáculo al que nos referimos, creado, producido e interpretado por los artistas Herman Helle, Arlène Hoornweg, Pauline Kalker y Arthur Sauer que crearan la compañía Hotel Modern, en Holanda, en 1996, se basa en el llamado teatro de animación de objetos, que es una faceta del teatro de títeres, pues todo. Títere es, por definición, un objeto –antropomórfico o no – que es animado por la mano del hombre para expresar emociones y sentimientos emanados del arte del manipulador.
Pero el gran avance de estor originales creadores; hasta el punto de abrir una gran puerta a los títeres del futuro, consiste en grabar con cámaras de vídeo la manipulación de muñecos y maquetas, y proyectar tal trabajo, simultáneamente, en una gran pantalla, donde lo que ve el expectador, sorprentdido, es de una belleza ciertamente inenarrable, con contenído dramático indiscutible y con una comunicación efícacísima sobre la inhumana salvajada que es toda guerra.
Como el espectador de esta obra da un tiempo a los actores realizar su perfeccionista interpretación y el resultado de la misma en la pantalla, éste queda cautivado por la magia y rendido ante el arte incuestionable de los realizadores, que recibieron al final, una clamorosa ovación, tan dilatada como mercida.
26-05-2002